Mi diario y viajes

lunes, 3 de agosto de 2015

La Leyenda del Nevado Huaytapallana ♥

Después de pasados algunos días estoy escribiendo de nuevo un tema en mi blog y en este día especial mi tema se centra en la historia de una leyenda, que como toda buena sierra andina esconde en el origen de sus nevados una historia de amor. 


Cuenta la historia que el dios Wiracocha, creador del mundo para nuestros antepasados, pobló la tierra de hombres y mujeres, distribuyendo a los dioses menores por toda su extensión. Estos dioses tutelares fueron llamados APUS. Así, en la tierra de los Huancas, el gran Wiracocha envío a dos dioses, cada uno con características y rasgos diferentes. El primero fue Huallallo y el segundo Pariacaca. Ambos se enamoraron de distintas mujeres y tuvieron una familia muy extensa. Sin embargo, con el paso el tiempo nació entre ellos una gran rivalidad. Dice la historia que la primogénita de Huallallo, llamada Huaytapallana, era muy hermosa, tanto que para ocultarla de los hombres, su padre la escondió al abrigo de las montañas y sembró para ella un jardín lleno de flores.



Por su lado el apu Pariacaca tuvo un hijo varón a quien llamo Amaru. este joven amante de los viajes y quien, por ser hijo de un Apu, podía tomar la forma de cualquier animal y de esta manera mientras se trasladaba por los valles de su padre, encontró a su pareja con quien se casó y tuvo una hija.


Sin embargo, un día en el que Amaru sobrevolaba unas montañas, observó a lo lejos un jardín de flores como nunca antes había visto y sin saberlo salió de los terrenos de su padre y tomando forma humana nuevamente se adentró en este paraje escondido. Al pie de la laguna Carhuacocha se encontraba una mujer tan hermosa que Amaru, olvidando todo, quedó al instante perdidamente enamorado de ella y, esta doncella cuyo nombre era Huaytapallana también se enamoró de él. Así ambos tuvieron cinco hijos. 

Pero Huallalo, su padre, quería saber quién era éste joven. Al enterarse de que éste era hijo de su enemigo y que era casado y tenía una hija inició su venganza por tal afrenta. Pidió a los vientos hacer recordar a Amaru que tenía esposa. Él al recordarlo fue tras ellos y Huallallo fue tras él dándole un golpe mortal que terminó con su vida. Pariacaca al enterarse de la tragedia, en su dolor ahogó a Huaytapallana en la laguna Carhuacocha y a los cinco hijos en las lagunas aledañas.


De esta manera entre ambos dioses se inició una terrible batalla – arrasando con todo a su paso y en el cual Pariacaca salió victorioso de la sangrienta conflagración. Huallallo al darse cuenta de que su suerte estaba echada, decidió huir a la selva que se extendía hacia el oriente, donde sediento de venganza por la muerte de su hija, se convirtió en un devorador de hombres a los cuales señalo como culpables de su desgracia. Al enterarse de todo, el gran Wiracocha, juzgó que estas crueldades no podían quedar sin castigo y decidió castigar a los responsables, convirtiendo a Pariacaca en una montaña nevada que hoy lleva su nombre, mientras que Huallallo corrió igual suerte, solo que la montaña en la que se convertiría llevaría el nombre de su hija: Haytapallana. 

Hoy en día muchos turistas van hacia este lugar porque es hermoso, sabiendo o no su leyenda. Les invito a conocer este rinconcito juneño ♥